Los técnicos mecánicos, eléctricos y de carga de pago están recibiendo ya la formación teórica en la base de Colmenar Viejo.
El Grupo de Reconocimiento y Observación por Sistemas Aéreos, por argot militar el GROSA IV/1, continúa dando pasos para su consolidación y puesta en marcha en la base del Ejército de Tierra Conde de Gazola, en el Ferral (León). Actualmente, la unidad, que depende del Regimiento de Inteligencia de Valencia, ya ha incorporado al 60% de los soldados que integrarán una plantilla que llegará a los 140, con formación específica en cuatro especialidades. Está previsto que con las nuevas vacantes que salgan en mayo este pionero grupo nacional complete ya el 80% de su personal, según concretaron fuentes militares.
El GROSA es el primer grupo del Ejército que trabaja con drones de clase 2 y que se emplearán para la obtención de información, ya que las aeronaves portarán cámaras —que pueden conseguir imágenes tanto de día como de noche— dando así apoyo a tropas y convoyes. Los RPAS de la unidad serán los Searcher, con los que algunos miembros de la formación ya han operado en misiones en Afganistán, superando las cinco mil horas de vuelo.
La formación práctica de los últimos cuatro operadores de vuelo concluyó el pasado 18 de marzo en Pajares de los Oteros (León). Tras un mes de prácticas, la unidad militar de drones ya posee el 70% de la veintena de sus soldados que se destinarán al pilotaje de los aparatos tripulados de forma remota, que cuentan con una envergadura de hasta diez metros y un peso que supera los 250 kilos. Su techo de vuelo es de más de tres mil metros y su alcance va más allá de los 400 kilómetros.
Instrucción
La unidad de inteligencia de Ferral está formada por técnicos militares muy concretos que se estructuran en tres grupos. Además de los operadores de vuelo, estarán los encargados de lo que se denomina carga de pago, que en los RPAS del Ejército de Tierra serán cámaras para la obtención de imágenes. Con ellos, los encargados de mantenimiento, principalmente mecánicos y técnicos electrónicos. Estos últimos tendrán gran presencia por la complejidad de los sistemas de los drones. Tanto los operadores de las cámaras como los encargados de mantenimiento están recibiendo actualmente su formación teórica en el centro de formación militar CEFAMET de Colmenar Viejo. Su instrucción se alargará durante dos meses y la práctica con los equipos de la unidad ya la realizarán en León. La instrucción de los integrantes del GROSA IV/1 es muy específica ya que, según concretaron las mismas fuentes, se trata de una unidad muy especializada. Los 140 militares se repartirán en cuatro unidades de vuelo, cada una de las cuales contará con dos pilotos de los drones de clase 2, dos operadores destinado a la carga útil o de pago y el resto de personal formará parte del equipo de mantenimiento del aparato.
El grupo de drones está vinculado al Ejército de Tierra y tiene su sede en la base Conde de Gazola. Sin embargo, por las características de los aparatos, que por su tamaño precisan de una pista para levantar el vuelo y aterrizar, sus operaciones están también vinculadas a la Academia Básica del Aire de La Virgen del Camino. Uno de los hangares con los que cuenta la base del Ejército del Aire se está habilitando y reformando para acoger a la media docena de drones con los que contará el GROSA. Las obras siguen avanzando y, mientras tanto, la unidad trabaja y realiza pruebas en el Aeródromo de Pajares de los Oteros. La plantilla de la unidad se desplaza a diario para poder operar los con los Searcher e ir consolidando las actuaciones de la formación.
Vigilancia e información
Los militares que formarán parte del Grupo de Reconocimiento y Observación por Sistemas Aéreos tendrán como objetivo la obtención de información del territorio en el que está previsto que avancen las tropas y los convoyes o para la vigilancia de espacios. Las imágenes que facilitarán los vehículos no tripulados buscan asegurar sus movimientos en zonas libres de peligro visibles potenciales. Por este motivo, el GROSA depende del Regimiento de Inteligencia, con sede en Valencia, aunque su base de operaciones será Conde de Gazola, en León. El Ejército de Tierra ya contaba en la base leonesa con un grupo que operaba con drones, pero las características de los Searcher, sus condiciones y su finalidad convierten a la nueva formación —constituida oficialmente el 1 de octubre del año pasado tras su publicación en el Boletín de Defensa— en la primera unidad de estas características en España y que refuerza la apuesta de la provincia leonesa por el sector aeronáutico.
Fuente: http://www.diariodeleon.es/
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