5 consejos clave para aumentar su autonomía y maximizar la duración de las baterías.
El tiempo medio de duración de la batería de un dron para un vuelo es de unos siete minutos en los dispositivos de gama baja. En el caso de los drones que poseen un precio más elevado, la autonomía del dron asciende y se sitúa en torno a los 25 minutos. Tanto para los aficionados como para los que pilotan drones de manera profesional el tiempo puede ser escaso. Y por el momento se sigue investigando para dotar a los dispositivos de una mayor autonomía.
Es inevitable que, a medida que pasa el tiempo, la batería se vaya agotando cada vez más rápido. Sin embargo, hay una serie de sencillos consejos a seguir para aumentar la autonomía de tu dron.
1.Cuida de tu batería.
Dejar que la batería se agote completamente después de pilotar el dron hace que se reduzca cada vez más rápido su vida útil. Para evitar esto es recomendable cargar la aeronave antes de que la batería descienda del 20% de su capacidad máxima. Después de volar el dron a pleno rendimiento es preferible pararlo antes de que se sobrepase ese umbral de batería, dejar que se enfríe y cargarlo completamente, para así conseguir prolongar la vida útil de la batería.
Igualmente de perjudicial es dejar que la duración de la batería del dron es permitir que se sobrecargue constantemente. Las baterías de polímero de litio son bastante sensibles, por lo que si se cargan demasiado pueden llegar a explotar. Además, el efecto de sobrecargar una batería de dron es el mismo que puede suceder al hacerlo con un teléfono móvil, la batería a carga completa durará cada vez menos.
Para evitar ambas cosas es imprescindible cargar la batería el tiempo necesario. Otro consejo que se puede aplicar a este apartado es el del momento de la carga. Es preferible realizar la carga minutos antes de realizar el vuelo que cargar por completo el aparato y estar varios días sin utilizarlo.
2. Asegúrate de volar en buenas condiciones climatológicas.
Los dispositivos tripulados de forma remota suelen ser bastante ligeros y volarlos en unas malas condiciones climatológicas puede desembocar en un final catastrófico para el dron. Pero más allá de la posibilidad de colisión del aparato, volar con fuertes rachas de vientos o en medio de una tormenta puede suponer un gran castigo para la fuente de alimentación. En estas ocasiones, se fuerza al dron volar a más de su capacidad máxima, lo que consume mucha más energía que si se volara un día con condiciones mucho más favorables, o incluso, en un lugar bajo techo.
3.Retira la cámara del dron cuando no la necesites.
Si el dispositivo tiene la posibilidad de quitar la cámara es una opción por la que podemos optar, si no vamos utilizarla en un momento dado. Aunque no parezcan extremadamente pesadas, las cámaras suponen un peso extra que deben soportan los motores del dron y ésto afecta directamente a la duración de la batería. No a todos los modelos de dron se les puede quitar y poner la cámara con total libertad, pero si es tu caso y no tienes pensado grabar, la batería de tu dron te lo agradecerá.
4.Compra una batería más potente y también baterías de repuesto.
Hoy en día, las baterías de polímero de litio son la fuente de alimentación universal para los drones de consumo, aunque ya se están desarrollando otros tipos de fuentes de alimentación. Aunque todas las baterías sean de este material, una forma de aumentar la autonomía del dron es comprar una batería de mayor amperaje.
Y si nos decantamos por adquirir una batería de mayor amperaje, otro buen consejo que llevar a la práctica puede ser el de comprar baterías extra. No suelen tener un gasto muy elevado, se pueden adquirir por internet o en tiendas especializadas y podremos disfrutar más tiempo volando el dispositivo.
5.Pilotar de manera conservadora (no llevar el dispositivo al límite).
Algunos modelos de aeronaves no tripuladas tienen diferentes modos de vuelo, para que el piloto tenga una experiencia de vuelo más completa. Estos modos varían principalmente con el modo de pilotaje que tenga el usuario, más agresivo o menos. Volar de forma más agresiva, forzando el dispositivo, hace que la batería se descargue mucho más rápido que con un vuelo más tranquilo. Lo que también cambia es la experiencia del usuario, pero el hecho de volar un dron ya es una experiencia emocionante, así que trata de cuidar la batería lo máximo posible.
Fuente: http://www.todrone.com/
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