La ingeniería sevillana tiene una línea de investigación centrada en los RPAS enfocada a evitar el mal uso y a trabajos de mantenimiento en la industria.
Que un dron manejado malintencionadamente se introduzca en el motor de un avión o que un grupo terrorista ataque una central nuclear usando estos pequeños vehículos aéreos tripulados de forma remota son amenazas que ya no se pueden obviar y que preocupan a la sociedad. La ingeniería sevillana Ayesa ha abierto una línea de investigación para hallar un antídoto tecnológico eficaz contra la mala utilización de estos aparatos, que garantice la seguridad de infraestructuras críticas como aeropuertos o instalaciones energéticas.
El desarrollo de sensores capaces de detectar la entrada de un dron ‘maligno’ en un espacio sensible, seguir su trayectoria, inhibir su frecuencia suplantando el satélite que lo guía y obligarlo a aterrizar es el proyecto de investigación que hace ya un año comenzó Ayesa, y que se basa en la electrónica avanzada y en una potente computación para la gestión de la información. La tecnología estará en el mercado en el plazo de dos años, según avanza Ricardo Galán, gerente de la Fundación Ayesa, la entidad que se encarga de dinamizar y coordinar la innovación en todas las empresas del grupo de ingeniería, junto a otros fines sociales como la inclusión laboral de personas con discapacidad.
Otra línea de investigación de Ayesa en el campo de los también llamados RPAS se enfoca a los servicios empresariales. En este caso, la compañía está configurando sistemas embarcados que permiten a los drones realizar misiones dentro de las instalaciones industriales. Así, los aparatos, provistos de sensores y cámaras, pueden volar de forma autónoma y realizar, por ejemplo, labores de mantenimiento predictivo, como examinar el estado de salud de las tuberías para detectar escapes de gas o fugas de vertidos, o descubrir grietas en un edificio.
Por otro lado, tiene en marcha otro proyecto de I+D que le permitirá entrar en un nuevo negocio: el de los servicios tecnológicos ligados a la energía. En concreto, proporcionará herramientas para que los hogares puedan convertirse en productores de su propia energía renovable y comercializar en el mercado eléctrico los recursos sobrantes.
Ayesa, uno de los mayores grupos de ingeniería andaluces, tiene una trayectoria de medio siglo en el mercado y en 2015 alcanzó unos ingresos de 232 millones de euros. El 90% de su negocio en el área de ingeniería procede del mercado internacional. La firma presidida por el ingeniero José Luis Manzanares Japón emplea a 3.700 trabajadores, la gran mayoría andaluces.
Fuente: http://www.diariosur.es/
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